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«¡Mamá, mamá! Quiero esto. Cómprame esto» grita el pequeño desde el otro extremo del pasillo. Pero no hay respuesta porque mamá está concentrada. No es para menos, porque acaba de darse cuenta que ahora los diferentes aceites agolpados en las estanterías cuestan prácticamente lo mismo. ¿Cuál es el que debería elegir entonces?

La invasión de Rusia a Ucrania y las posteriores sanciones de la Unión Europea han subido los precios de la cesta de la compra. Uno de los sectores más afectados ha sido el de los aceites, donde los precios son un sinsentido. Pero el precio no determina la calidad de un alimento: en este artículo tendrás las claves para saber por qué elegir un aceite de oliva virgen extra es siempre la opción ganadora frente al resto de categorías.

¿Qué distingue a un ‘aceite de oliva virgen extra’ de uno ‘virgen’?

¿Sabrías decirnos qué cambia de un «aceite de oliva virgen extra» a un «aceite de oliva virgen»? Si la respuesta es ‘no’, tampoco tienes de qué preocuparte. Nosotros estamos aquí precisamente para aclarar tus dudas. Si bien es cierto que en el sector del aceite de oliva separamos en varias categorías, también tienes que saber que lo hacemos porque hay unas diferencias muy interesantes para ti.

Empecemos por esas dos categorías que utilizan la palabra «virgen». El apellido «virgen» nos quiere decir que el aceite de oliva es un zumo de aceituna que se obtiene solo por procesos mecánicos, sin utilizar disolventes químicos durante la producción. ¿De todo esto qué concluyes? En definitiva, que el aceite de oliva «virgen» o «virgen extra» son los únicos aceites vegetales del mercado que consumes tal y como se extraen de las aceitunas.

Genial, pero nos falta saber qué nos hace separarlo con la palabra «extra». El Consejo Oleícola Internacional los diferencia por dos factores fundamentales:

  • Los diferentes parámetros químicos que evalúan de manera objetiva el aceite. Te los hemos explicado anteriormente en otro de nuestros artículos de Valdezarza.
  • Los atributos organolépticos negativos, es decir, los defectos del aceite que vas a comprar: solo será aceite de oliva virgen extra si no se detectan defectos en su sabor y aroma. Esto lo decide un panel de cata especializado.

Estos factores hacen que se alcance la categoría de «aceite de oliva virgen extra» y se posicione como la mejor alternativa que tienes en el supermercado.

Se abre un abismo cuando comparamos el ‘virgen extra’ con un ‘aceite de oliva’ 

La brecha se hace más grande cuando comparamos el aceite de oliva virgen extra con el aceite de oliva (tal cual, sin apellidos), que también llamamos aceite de oliva refinado. Estamos convencidos de que has visto en tus excursiones al supermercado que la diferencia la notas en tu bolsillo. No vamos a esconderte esto, porque en un mercado armonizado (fuera de esta trágica situación que vivimos por la invasión a Ucrania) el coste el aceite de oliva es menor al de los aceites de oliva vírgenes.

Pero ten claro que esa diferencia se compensa en calidad, sabor y salud. Que un aceite de oliva no sea virgen quiere decirnos que ha sido necesario adaptarlo para poder venderlo a los consumidores. Se utilizan procesos a altas temperaturas y disolventes químicos para retirar los defectos más importantes del aceite obtenido: el exceso de acidez junto a los aromas y sabores desagradables.

A esta corrección se le llama ‘refinado’ y tiene una consecuencia muy grave: este proceso es tan potente que también elimina el sabor, el olor y los atributos positivos que había en ese aceite que hemos corregido. Se pierden polifenoles, tocoferoles, vitaminas… Todos esos antioxidantes tan valiosos y que tantos beneficios te aportan.

Finalmente, ese aceite refinado hay que mezclarlo con un 10-15% de aceite de oliva virgen para ‘darle algo de chispa’. A esta mezcla se la llama «aceite de oliva», sin apellidos, el que tú encuentras en el supermercado. ¿Cuál es la diferencia con un «virgen extra»? El virgen extra posee unas cualidades excepcionales tras exprimir las aceitunas, y no tiene que pasar por estos procesos de refinado y mezcla que te hemos contado.

Como puedes ver, el apellido importa. ¿Sigues pensando que ahorrarte algunos euros merecerá la pena?

¿Sabes qué es el aceite de orujo de oliva?

Estamos hablando de un producto completamente distinto a todos los casos anteriores. Vamos a explicarte cómo se produce esta categoría para que puedas entender qué lo diferencia no solo de un aceite de oliva virgen extra, también de un aceite de oliva virgen o un aceite de oliva refinado.

El subproducto de las almazaras pasa a otro tipo de industria: las orujeras. Nos referimos a la aceituna molida, los huesos y pieles de las aceitunas de las que se puede seguir extrayendo aceite. De todos estos restos se obtiene un aceite que, al igual que pasaba en con el aceite de oliva, no es apto para consumirse en crudo: hay que refinar la grasa obtenida y tras ello mezclarla con aceite de oliva virgen para mejorar su sabor y su olor.

Sabemos que esta historia ya te va sonando. Seguramente, pensar ahora en las diferencias se te hace algo más sencillo. El aceite de orujo de oliva es la categoría de menor calidad que puedes encontrar en el mercado. Es una opción incapaz de sustituir el sabor, los aromas y los beneficios sobre tu salud que te aporta un «aceite de oliva virgen extra».

Desde el corazón de los Montes de Toledo (España) y con un ecosistema integrado de olivar y naturaleza, elaboramos el mejor zumo de las aceitunas: Aceite de Oliva Virgen Extra

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